«The Whale» («La ballena») es un desesperante camino hacia la agonía desde el abandono y la resignación. Darren Aronofsky reapareció luego de cinco años para ejecutar una obra claustrofóbica y oscura filmando todo en un mismo escenario, en una casa donde el tiempo parece haberse detenido para siempre.
A directores como Darren no les tiembla el pulso para mostrar la intensidad partiendo desde lo grotesco, pero esto no es para nada un bajo recurso utilizado para esconder un mal drama. «The Whale» es un grandioso film sobre perderlo todo pero con intenciones de redención.