Review: Trinchera de Babasónicos

Cuatro años después de «Discutible», Babasónicos lanza su décimo tercer álbum de estudio, «Trinchera», un disco mayormente gestado durante los largos meses de aislamiento en 2020 y 2021, algo que se va a demostrar constantemente a través de las letras de su vocalista Adrían Dárgelos.
Desde un primer minuto, en Trinchera conviven letras románticas y seductoras -marca registrada de la banda- con otras más introspectivas. En todo momento surgen cuestionamientos filosóficos sobre la muerte, la mentira y la trascendencia.
Con mucha energía bailable desde el comienzo, «Mimos son Mimos» y «Paradoja» abren el álbum con riffs súper comprimidos muy parecidos entre sí, pero con un contraste lírico muy remarcado.
En el sensual «Bye Bye» una guitarra brillante, arpegios de sintetizadores y un ritmo alevosamente bailable se conjugan en una de las canciones de Babasónicos más distinguidas de los últimos años.
En «Vacío» un verso con un registro vocal bastante alto de Dárgelos le da pie a una instrumental minimalista y experimental que de a poco va sumando elementos hasta llegar a un outro que suena esperanzador.
Un sampleo vocal con aires a Daft Punk abre las puertas de «Anubis», donde aparece uno de los estribillos más entretenidos del álbum, en el que Dárgelos canta con un tono alegre “No va a empezar la muerte hoy a llevarse a mis amigos, no la voy a dejar, yo la voy a apalabrar, Tiene que peleármelo”.
«La Izquierda de la Noche», primer sencillo del disco lanzado en octubre del 2021, muestra un abanico instrumental de rock electrónico que orgánicamente genera climas sonoros que acompañan letras abstractas sobre la noche y su sabor artificial.
En «Mentira Nórdica» una intro con un procesamiento vocal algo experimental y bastante sombrío se abre paso sobre algunos sintetizadores, guitarras y baterías que llevan a un estribillo un poco apagado.
Los primeros segundos de «Madera ideológica» nos pueden hacer retroceder en el tiempo a «Jessico» en 2001, una instrumental con una melodía angelical y un verso muy dulce, repentinamente muta a un beat muy sutil con elementos de trap (sí, Dargelos cantando sobre una especie de beat de trap melódico, Imperdible.) Y como si fuera poco, llegando a la mitad de la canción, otro cambio de ritmo todavía más interesante con un final a guitarras bien distorsionadas.
Para bajar un cambio, «Viento y Marea» presenta una instrumental muy limpia con un riff de guitarra súper cálido y agradable que acompaña un ritmo de batería relajado.
«Capital Afectivo» se destaca por sobre todo la lírica abstracta y filosófica de Dárgelos. Siguiendo con la muerte como temática que sondea a gran parte del disco, el compositor se pregunta en el coro: “¿Quién notará que me fui?, ¿Quién lleva la cuenta de esas cosas?”.
Cierra «Lujo» con otra instrumental sutil, electrónica y experimental que en un principio aparenta ser lenta pero que evoluciona cerca del final. “Deshazte de mí, hazlo ahora” dice el estribillo despidiéndose mientras de fondo se escuchan coros que simulan cantos gregorianos.

El nombre del disco parece cobrar sentido con cada escucha, y el conocer su contexto todavía más. En tiempos de incertidumbre pandémica el encierro nos obligó a crear nuestras propias trincheras, afuera había aires de guerra y fue un buen momento para aislarse de todo y en todo sentido. «Trinchera» puede ser una expresión musical de eso.
Los favs de la producción: Mimos son mimos, Paradoja, Bye Bye, Anubis y Madera Ideológica.
Escrito por Martín Sánchez (@tinchois).