Matrix logra el código perfecto y vuelve con una grandiosa resurrección

El desafío era muy grande. Traer nuevamente a Matrix a los cines no era algo sencillo debido al impacto cultural que logró la trilogía de las hermanas Wachowski durante los años de proyección de sus películas.
Los trajes, los códigos verdes, los anteojos, las peleas en slowmotion, los movimientos de cámara y, sobre todo, la historia, fue legendaria por finales de los años 90 e inicios de los 2000, donde la ciencia ficción comenzaba a tener un horizonte prometedor.
Pasaron más de 20 años del lanzamiento de la primera entrega de Matrix, allá por un lejano 1999, pero las mentes visionarias de las Wachowsky lograron un film muy adelantado a su época.
 
Pese a varias negativas respecto a esta nueva entrega y sin una de las hermanas, Matrix: Resurrections, es una película realmente disfrutable y una digna entrega que le hace justicia a su propia historia.
No voy a contar detalles de la trama porque el más mínimo comentario podría desencadenar en spoilers, pero el recurso utilizado para darle vida a Resurrections está bien planteado, usando su propia génesis para adaptarla a los tiempos actuales.
Lo que podemos asegurar es que parece que el tiempo pasa para todos nosotros, menos para Keanu Reeves. El actor goza de una imagen aún joven luego de tanto tiempo, algo que utilizan en la película como otro recurso.

 

 

La relación de Neo (Keanu Reeves) y Trinity (Carrie-Anne Moss) es más madura y fuerte que nunca. El lazo que los une hace que se complementen de manera perfecta y el amor mutuo es el núcleo que sostiene la motivación de ambos.
El único punto flojo de la película es la incorporación de Yahya Abdul-Mateen II para el papel de Morfeo, quizás porque uno tiene muy incorporado ver a Laurence Fishburne interpretando aquél icónico personaje de la dicotomía, pero, sinceramente, el trabajo de Yahya no convence mucho.
Si hablamos en términos comparativos, es posible que esta nueva entrega probablemente sea la mejor luego de la primera Matrix. En parte porque en Matrix: Reloaded y Matrix: Revolutions la mayor parte del relato se centró en las escenas de peleas (que realmente son impresionante y legendarias), pero se dejó un poco de lado todo el agregado de la trama, lo filosófico, algo que en Resurrections vuelve a tener el protagonismo que merece. Esto ya es una cuestión de gusto muy personal, aclaro.
Matrix: Resurrections es un blockbuster poderoso, muy divertido y que juega con la ironía de su propia existencia superando a varias de sus predecesoras.